lunes, 4 de febrero de 2008

Segundas Oportunidades

"Verá mi pequeña Amelie, usted no tiene los huesos de cristal, podrá soportar los golpes de la vida. Si usted deja pasar esta oportunidad, con el tiempo su corazón se irá volviendo seco y frágil como mi esqueleto. A qué espera? ande, vaya a por él".

Así comienza el final de mi película favorita, Amelie. Oportunidades, segundas oportunidades. ¿Qué hacer?

Todos los días se nos presentan segundas oportunidades, el problema, creo, es saber distinguir cuáles debemos aprovechar y cuáles no. A veces, nos creemos inmortales y dejamos pasar oportunidades pensando que otras vendrán, sin caer en la cuenta de que probablemente esa sea la última vez, el último abrazo, el último beso, el último te quiero o te necesito.

Ahora me doy cuenta las oportunidades que he dejado pasar y no hay cosa que mas rabia me dé que arrepentirme de algo que no he hecho. El problema es tomar la decisión cuando creemos estar ante una oportunidad ¿qué hacer ante una oportunidad? La teoría, ir a por ella. La práctica no siempre es así y haciendo referencia al post de mi querido amigo Alberto Desconcierto, a veces dejamos a medias algo que hemos comenzado por el miedo o el desconcierto a lo que sucederá después, ¿será verdad que son más importantes las consecuencias del futuro que el propio presente? Sinceramente, no se responder a esa pregunta, ni soy la más adecuada para hacerlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amelie supo arriesgar en su vida, ¿acaso nosotros no seremos capaz de arriesgar pudiendo perder todo en ello? La vida no está hecha para personas cautelosas ni mucho menos sino para aquellos que se mueven por sus impulsos, que se dejan llevar por un suave brisa... La vida está hecha para ser vivida, cada uno elige como hacerlo...

La frase más real de Amelie: "La vida sólo es el interminable ensayo de una obra que nunca se estrenará".

Alberto dijo...

Todos tenemos en nuestro currículum éxitos, fracasos y, lo que es peor, cosas que nunca nos atrevimos a hacer por miedo. ¿Miedo a qué? En el fondo, la mayoría de las personas somos conservadoras: tendemos a permanecer en el estado de supuesto equilibrio en el que nos encontramos, ignorando, sin embargo, que la vida es incesante cambio.

Quizá ante una oportunidad que se nos presenta, buena o mala, aprovechable o no, debemos plantearnos si lo que podemos perder al llevarla cabo es sufientemente importante. Yo pienso que, si realmente estamos dispuestos a dar el salto y de verdad soñamos con hacerlo, lo que nunca vamos a perder es a nosotros mismos. Nuestra identidad seguiría intacta.

Como dijo un maestro: "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió".

Anónimo dijo...

¿será verdad que son más importantes las consecuencias del futuro que el propio presente?
Yo toda la vida pense que importaba más el futuro que el presente. Hoy en día llegue a la conclusión de que era porque no me gustaba mi presente... Y es que cuando no te gusta el presente lo mejor que puedes hacer en la vida es planear como quieres que sea tu futuro....y de repente te ves analizando todo para intentar controlar como quieres que sea tu vida...Y sabeis que os digo? que hoy en día llegue a la conclusión de que no hay mayor futuro que el presente que estas creando... el futuro es el fruto de tu presente.
Siempre esta bien tener en perspectiva unos ideales de como quieres que sea tu futuro...Como un patrón a seguir...
Por lo demás aunq si que creo que hay oportunidades que solo te pasan una vez en la vida pienso y considero que si las dejaste pasar es porque no estaba preparada en su momento y por lo tanto no eran pa ti...